TORONTO. La presidenta Cristina Kirchner se refirió ayer, por primera vez, a las repercusiones de la declaración del ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous, en el Congreso, sobre la "embajada paralela" en ese país, y dijo que "fue una operación política y mediática". Reclamó que se levantara el secreto de la exposición para "terminar con esta novela argentina-venezolana".
Fue el momento con gesto más adusto de la conferencia de prensa. Antes y después se permitió bromear sobre algunas cuestiones, pero no en ese instante.
Según fuentes diplomáticas, Sadous "no considera conveniente" que se difunda la declaración, aunque no fijó su posición aún. "Sería una presión para futuros testigos", dicen cerca del ex embajador.
Cuando La Nacion preguntó a la Presidenta sobre la repercusión de la declaración de Sadous ante el Congreso, ella no dudó: "Fue una operación política y mediática", sentenció.
Un día después de que el canciller Héctor Timerman le pidiera por carta al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, que el contenido de la audiencia secreta de Sadous se hiciera público, la Presidenta se refirió a la cuestión en su encuentro con los periodistas argentinos que cubren el encuentro de la cumbre del G-20.
La preocupación llegó hasta Toronto porque Sadous ratificó ante el Parlamento que varios empresarios le comentaron durante su gestión, en 2004, que para exportar a Venezuela debían pagar comisiones del 15 al 20% a funcionarios del Ministerio de Planificación, que dirige Julio De Vido, y que éste ejercía "gestiones comerciales paralelas".
De Vido confirmó anteayer que debió intervenir en la relación bilateral porque Sadous "se la pasaba de cóctel en cóctel".
La Presidenta se había explayado en forma relajada sobre las diferencias entre países en la cumbre del G-20 y sobre la crisis económica en Europa. Luego se le preguntó por los cambios surgidos a partir del reemplazo en la Cancillería entre Héctor Timerman y Jorge Taiana.
Flanqueada a su derecha por el nuevo canciller y a su izquierda por el ministro de Economía, Amado Boudou, negó cualquier modificación, pero en tercera persona: "No, porque la que no cambió fue la Presidenta, que es quien dicta la estrategia". Timerman no hizo ningún esfuerzo para sonreír socarronamente mientras la Presidenta respondía sobre esta cuestión.
"Lo que hacía el señor Taiana, igual que el señor Timerman, es hacer lo que ordena la Presidenta, como lo indica la Constitución. Igualmente, escucho sugerencias y cuando me convencen de que algo es mejor de lo que yo pienso, lo aplico", concluyó Cristina Kirchner.
"Basta de novelas"Luego, al referirse a la declaración de Sadous, indicó que le preocupaba "la distorsión de las cosas que suceden". Por lo cual relató que le ordenó a Timerman que le pidiera a la Cámara de Diputados la difusión de la reunión entre el diplomático y los legisladores.
A su juicio, los trascendidos de ese encuentro "son operaciones políticas, mediáticas y lo que hay que hacer es que tome estado público lo que dijo quien fue a declarar" -sin nombrar al ex embajador ante Venezuela-, ya que "fue la propia Cámara de Diputados la que pidió que fuera reservada y secreta y resultó que luego no fue ni reservado ni secreto". En ese sentido, explicó que algunos de los asistentes del bloque oficialista le contaron que "en realidad se habló de otras cosas".
Luego, no perdió la ocasión de presionar a la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, que preside el diputado Alfredo Atanasof, del Peronismo Federal: "Descuento la buena fe de la comisión y así terminaremos con esta novela argentino-venezolana".
Ahí, la Presidenta volvió a la carga al considerar que las sospechas siempre "son sobre estos dos países, aunque los ministros hayan viajado 20 millones de veces a Bolivia, España o recién, que acaban de venir de Brasil el ministro de Economía, el secretario de Comercio Interior, la secretaria? la ministra de Industria y Turismo y nadie habla de embajadas paralelas". El furcio cometido en torno a Débora Giorgi fue corregido de inmediato.
Luego, concluyó sobre el tema con dos frases del saber popular: "No creo en las brujas, pero que las hay las hay. Está demasiado focalizado el tema. Y además es cada vez que yo voy a Venezuela; como esto, que surgió cuando fui allá al haber sido oradora de honor en el Parlamento venezolano por los 200 años de su independencia, y alguien que no habló hace cinco años habla ahora".
Por lo tanto, remató: "Si ladra, tiene cuatro patas y mueve la cola, es perro. Y esto es perro".
CRITICAS DE ANIBAL FERNANDEZ "El Gobierno nunca manejó dinero del fideicomiso que pertenece a Venezuela", dijo ayer el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al criticar con dureza al ex embajador Eduardo Sadous. "Este fideicomiso no es mixto: es de Venezuela. Si eventualmente faltara dinero, se lo tiene que reclamar la justicia venezolana al fideicomiso, que es de ese país", insistió el funcionario, con lo que deslindó cualquier responsabilidad de la presidenta Cristina Kirchner en el escándalo. "Nunca la Argentina tomó dinero, ni los empresarios argentinos pueden hacer cosas por fuera de lo que se declaró ante la Aduana, la AFIP y el Banco Central", afirmó Fernández.
Enviado especial, La Nación.
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